No utilizar productos abrasivos o químicos inadecuados, ya que pueden eliminar la capa protectora de la carpintería. También se evitarán los productos utilizados para limpiar el cobre, la plata o el aluminio en bruto.
Los residuos, impurezas y otros cuerpos extraños pueden introducirse entre los railes y alterar la calidad funcional de sus cerramientos (reducción en la evacuación de las aguas de lluvia y disminución de la aireación). Aspire simplemente estos cuerpos extraños con la boquilla pequeña de su aspirador.
Mantenga lubricados los mecanismos (cerraduras, cremonas, accesorios): ponga un poco de aceite lubricante mediante el aplicador en todos los mecanismos de accionamiento de las carpinterias.
Eventualmente utilice un pincel para que el aceite penetre mejor. Cuidado: no ponga aceite en las ruedas de las hojas de las correderas ya que son autolubricantes.
Antes de iniciar obras, piense en proteger sus carpinterías. Las manchas de cemento, de pintura o de yeso, resultan difíciles incluso imposibles de quitar.
Ponga una cinta protectora adecuada sobre los perfiles y las juntas que retirará una vez hayan terminado las obras. Si trabaja con materias metálicas cerca de las carpinterías, quite las virutas que hayan entrado en los railes o las ranuras.